San Gerardo de Rivas
En su palmarés el estadounidense Daniel Oliver, de 77 años, acumula 44 maratones en su país y otras partes del mundo.
Sin embargo, asegura que ayer fue la primera vez que se vio sometido a un electrocardiograma, antes de permitirle competir en una prueba atlética.
Tal medida la tomó la organización de la Carrera del Chirripó, que se realiza hoy a partir de las 7 a. m., debido a que en el 2015 falleció Manuel Castro Sibaja en el recorrido de 34 km. , al sufrir un infarto en la llamada Cuesta de los Arrepentidos.
Lejos de enojarse, Oliver aceptó cada una de las pruebas que se les debían aplicar a los 225 participantes.
Primero se le tomó la presión, luego se le monitoreó el corazón con un estetoscopio y fue como se descubrió que años atrás fue sometido a un cateterismo, por lo que ayer mismo se le realizó un electrocardiograma que determinó que podía correr sin problemas.
Finalmente, se le hizo una prueba pulmonar para darle el visto bueno y así poder cumplir con el trayecto entre San Gerardo de Rivas y Base Crestones.
“Vine a Costa Rica por invitación de mi hijo que vive en este país. He corrido 44 maratones, la última en enero y no tenía ningún temor de pasar el examen”, comentó Oliver.
“Esto es bueno para los atletas, comprueban que estamos en buena condiciones de salud. Me parece muy bien”.
Oliver, quien es originario de San Diego, California, recordó que es aficionado a las carreras de montaña y las caminatas.
“Antes de una carrera nunca me habían examinado tanto, me siento más tranquilo porque todos los que vamos a correr lo haremos en buenas condiciones”, confesó el estadounidense.
Por su parte, Manuel Rorro Sibaja, a sus 73 años, espera terminar su Carrera del Chirripó número 21, aunque antes tuvo que realizarse un electrocardiograma por precaución.
Ayer, a las 8 p. m., se habían examinado cerca de 190 atletas de los 225 inscritos, de los cuales solo uno no podrá tomar la salida.
El doctor Alexei Murillo, quien colabora con la organización, indicó que uno de los corredores presentó un cuadro de hipertensión muy alta.
“Este atleta tenía una presión arterial de 180 sobre 120, cuando lo normal es 140-80. Tras explicarle los riesgos aceptó no correr por su seguridad”, dijo Murillo.